Antes de ir a Estados Unidos por primera vez, me fascinaban las ciudades con sus verticales edificios imposibles, los dentados skylines y postales que tantas veces había visto en las películas. Pero cuando pisé por primera vez Yosemite, mi primer Parque Nacional, no podía creer que yo estuviera allí, en ese paraíso. Después vinieron muchos más, me enganché a descubrir esa naturaleza salvaje sus espacios naturales, tan diferentes unos de otros.
Y eso es lo que quiero mostrarte, estos mágicos rincones y cómo vivirlos intensamente.
Y es que las fotos son geniales, pero vivirlo en primera persona es aún mejor.
Y tú también puedes sentir eso.